El futuro está a la vuelta de la esquina. Después de que los aparatos sean cada vez menos 'botón-dependientes' y todo tenga interfaces táctiles, de que las consolas y demás gadgets reconozcan nuestros movimientos, voces y rostros en tiempo real, ha llegado la hora de dar el siguiente paso hacia la llamada II Revolución Tecnológica con la incorporación de dos nuevos materiales que cambiarán nuestro día a día para siempre: el grafeno y el siliceno.
Estos materiales, el grafeno y el siliceno, provienen del grafito y el silicio respectivamente y permiten, entre otras cosas, crear aparatos que puedan doblarse y plegarse para adaptarse a las necesidades de cada momento. Ambos materiales son muy parecidos entre sí, pero presentan diferencias importantes:
Grafeno:
- Es muy barato.
- Es muy flexible, tanto que puede enrollarse o doblarse y volver a su forma original.
- Es 1000 veces más lento que los chips de silicio que usamos en la actualidad.
Jan Genoe, director del equipo del Instituto Imec de nanotecnología de Lovaina (Bélgica) que ha producido el primer microprocesador con esta tecnología, asegura que el principal problema de estos aparatos - su extrema lentitud de computación - puede solventarse añadiendo un diminuto chip de silicio.
Siliceno:
- Los chips creados con este material son 500 veces más pequeños que los actuales y 100 veces más rápidos.
- Son muy flexibles, ya que pueden estirarse hasta un 10% y recuperar su forma original.
- Son mucho más resistentes que ningún otro procesador creado hasta la fecha.
- Son muy difíciles de fabricar a gran escala y con un coste de desarrollo aceptable.
Andre Geim y Konstantin Novoselov consiguieron el Nobel de Física en 2010 por el desarrollo de este material. Cuando se solvente el problema de la fabricación en masa, serán el sustituto perfecto para los actuales microprocesadores.
Para que os hagáis una idea mejor de lo que estamos hablando, aquí os dejo un video que nos muestra claramente cómo funciona un dispositivo hecho de grafeno.
Otros fabricantes, como Corning, nos muestra otras alternativas para la vida cotidiana. En esta ocasión se trata de diversos elementos (espejos, frigoríficos, encimeras) fabricados con un cristal que permite navegación multitáctil y la interacción sin cables entre todos nuestros gadgets tecnológicos. Toda una curiosidad que merece la pena ver. ¿Será así el futuro que nos espera?
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